El 2020 parecía ser un año muy complicado para la industria inmobiliaria. Sin embargo, a partir del segundo semestre el mercado se reactivó y el interés por los lotes y las casas en áreas suburbanas nos permitió cerrar un año positivo en JMCI.
Acabamos de cerrar el año más multifacético de nuestra historia como inmobiliaria. Los primeros meses mostraban un escenario prometedor para el sector inmobiliario en general, gracias a ciertos factores, como:
- La gran demanda atrasada marcada por la crisis de los últimos años.
- Los valores, que estaban con más tendencia a la baja que a fortalecerse, recuperaron algunos signos vitales positivos.
Pero en marzo comenzó la pandemia y, a partir de ahí, el año se dividió claramente en dos etapas. En un primer momento, se vivieron ciertos efectos negativos directos, como la crisis económica, la imposibilidad de recorrer para mostrar inmuebles, las escasas certezas de lo que iba a pasar los meses siguientes, y también con los servicios clave, como las escribanías, cerrados.
Frente a este escenario, desde JMCI -utilizando la tecnología siempre como nuestra mejor aliada-, creamos recorridas virtuales por medio de Google Meet y publicamos videos de los lotes, de tal modo que el cliente pudo acceder a la información aunque no pudiera visitar el barrio. También pudimos avanzar sin problemas con el proceso de compra venta, ya que teníamos desarrollada la firma electrónica.
¿Por qué aumentaron las ventas?
A principios de agosto comenzó la reactivación. El efecto negativo que predominó los primeros meses del año se fue revirtiendo y, por ende, aumentaron las ventas. Desde nuestra experiencia, estos fueron los principales factores que influyeron en la mejora del panorama inmobiliario.
- En primer lugar, el efecto del encierro que trajo ganas de buscar espacios más grandes y verdes. Aumentó la importancia de espacios abiertos, consecuencia del agotamiento.
- En segundo lugar, hay una cierta inquietud en la forma de ahorro de los dólares, con algo de miedo de tenerlo en el colchón y también en los bancos.
- En tercer lugar, la caída significativa en dólares en el costo de construcción acercó el proyecto de la casa propia a muchas familias que tenían ahorros.
- Además, la flexibilidad laboral (home office) se fue formalizando y disipó en muchos casos el vértigo de tener que viajar todos los días grandes distancias.
De forma casi inmediata, la venta promedio total por mes de lotes creció de 20 a casi 90. Los precios estaban bastante atrasados en ciertos barrios, lo que estimuló una demanda muy fuerte y con mucha intensidad. Empezaron vendiéndose aquellos lotes más baratos, para luego ir impactando en toda la gama de terrenos y valores.
Cuáles fueron los barrios con más consultas
San Sebastián fue el que tuvo los mayores efectos. Esto fue gracias a que tenía precios más accesibles, aunque se haya triplicado su valor en los últimos tres meses del año. Es así como, en JMCI, pasamos de vender un promedio de 11,4 lotes por mes al principio de la cuarentena, hasta casi 60 de agosto en adelante en el megacomplejo.
Pilar del Este también tuvo un gran movimiento de consultas, gracias a que se trata de una oportunidad con una muy buena relación calidad-precio. El mayor impacto fue en el movimiento de los barrios que, antes de la pandemia, tenían muy pocas operaciones: como Santa Lucía, Santa Elisa y Santa Emilia.
En San Matías, un barrio que tiene valores más altos que los complejos mencionados anteriormente, los valores pretendidos actualmente por los propietarios de lotes internos o perimetrales duplican los valores de cierre de 2019.
Por último, también hubo un aumento en las demandas de propiedades más caras, como en los barrios de Villa Nueva. En este megacomplejo no hubo un impacto significativo en los valores, en relación a la magnitud de los casos anteriores.
Be First to Comment