En esta nota, la paisajista Cecilia Romanella nos cuenta la relación del paisajismo con la arquitectura, la importancia del diseño de los espacios y algunos tips para proyectar y aprovechar al máximo tu jardín.
¿Sabías que la labor de un paisajista va más allá de encontrar cuáles son las plantas adecuadas para algún parque? Se trata de crear espacios y hacer que lo exterior pueda formar parte de la vida cotidiana de quien viva en la casa. Puede sonar parecido a un arquitecto o un diseñador de interiores, quienes planifican para que una familia se sienta cómoda dentro de su hogar.
El paisajismo tiene la tarea de lograr que el jardín sea funcional y pueda aprovecharse al máximo durante todo el año. Así, como en una vivienda se crean habitaciones, lo mismo sucede en el exterior, sectorizando los espacios. Para hacerlo posible, primero debemos diseñarlo.
Cómo planificar tu jardín
- Debe adaptarse al entorno:
En primer lugar, uno tiene que ver en dónde está ubicada la casa, y sobre la base de esto, adaptar el jardín. Debe acompañar por completo a todo su entorno. Por ejemplo, si estás en frente a una cancha de golf o una laguna, se debe integrar según sus líneas curvas y apropiarse del lugar, respetando el ambiente en sus formas. También, podemos seguir las mismas formas y el estilo de la casa.
“Se nota mucho la diferencia de un jardín diseñado a uno no diseñado: a veces se compran y siembran plantas sin pensarlo. Y, en realidad, tiene todo un trabajo planificar en dónde van, la forma que uno le va a dar al jardín; con curvas, recto, si va a ser uno formal o minimalista. Luego se va a las plantas”.
- Proyectar los espacios:
Para poder disfrutarlo todo el año, se deben crear distintos espacios. Si te gustaría tener juegos para los más chicos, un fogón, o hasta una huerta, se debe pensar estratégicamente dónde ubicarlos. Todo tiene que tener un sector y, de esta forma, se aprovecha todo el jardín.
- Escoger sabiamente las plantas:
Lo más importante al momento de elegirlas, es ser lo más simple posible. “La simpleza es lo que uno siempre puede recordar. Lo complicado se olvida. La idea es que tenga un impacto, además de ser estético”.
Es clave reconocer si te gustaría dedicar tiempo al mantenimiento del jardín. En ese caso, podés jugar con plantas que necesiten un mayor cuidado. Por ejemplo, las Salvias que dan muchas flores, las Gramíneas como la Stipa o los Miscanthus y por último las rosas. Estas requieren poda y fumigación.
En el caso contrario, se encuentran plantas como la Agapanthus, Dietes Grandiflora o el Jazmín de leche. Estas funcionan muy bien en cualquier jardín y no necesitan mucha atención.
Además, es esencial dejarse guiar por las especies nativas, ya que encajan en el entorno mejor que cualquier otro tipo.
¿Cómo aprovechar los espacios verdes pequeños?
La característica de un jardín con pocos metros no significa que no pueda aprovecharse al máximo. Un consejo para esto es utilizar un cerco de arbustos alrededor de los límites. De esta forma, ganás mayor privacidad que utilizando una enredadera y estéticamente es mejor.
Luego, podés sembrar un césped como la Grama Bahiana, que es un tipo resistente a las pisadas y se mantiene todo el año: ideal para espacios reducidos. Por último, podrías agregar un cantero en la parte trasera y uno en la delantera, que no exceda el metro y medio.
Existen también árboles medianos que se podrían utilizar, en el caso de querer un poco de sombra, como la Robinia Pseudoacacia Frisia, la Cascanue, o un Crespón.
Fuente: Cecilia Romanella
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