VOCACIÓN POR EL CLIENTE

En lo que a ventas se refiere, priorizamos siempre el acompañamiento al cliente de manera honesta y alegre. En esta nota, Francisco Mentruyt, uno de nuestros consultores inmobiliarios, nos cuenta lo que implica este trabajo y la importancia de tener vocación hacia el cliente, necesaria para alcanzar resultados satisfactorios.

¿Cómo lo conociste a Jorge Morel?

Compartimos el mismo colegio en San Isidro y nos hicimos muy amigos desde los 12 años aproximadamente.

¿Qué pensaste cuando te propuso empezar un nuevo emprendimiento?

Era un desafío interesante porque yo venía de otro ambiente totalmente distinto y esta opción me invitaba a salir de mi lugar de confort para desarrollarme en algo distinto. Daba un poco de vértigo pero confiaba mucho en el Colo. En su manera de pensar las cosas y en la experiencia con la que él ya contaba.

¿Qué tareas conlleva el puesto de consultor inmobiliario?

Lo principal es estar preparado para poder responder consultas o necesidades en temas de propiedades. No tener la venta como objetivo, sino el servicio de asesorar tanto para el que busca comprar como para el que busca vender. Para eso hay que estar bien informado y atento para entender las verdaderas necesidades de cada parte.

¿Qué es lo que más te gusta del trato con el cliente?

El mejor momento es cuando se logran abrir y te comparten su proyecto. Terminen comprando o no, desde tu lugar hacés tu pequeño aporte a ese plan y eso es gratificante.

¿Cuál crees que es el mayor desafío a la hora de asesorar a un nuevo cliente?

Tratar de que te dé a conocer bien sus necesidades y gustos para poder asesorarlo de la mejor manera posible.

¿Es verdad que existe una desconfianza generalizada hacia las inmobiliarias? Si es así, ¿cómo crees que lo pueden revertir?

Sí, es verdad. Nos miran como vendedores cuyo único objetivo es hacer negocio. No es difícil cambiar esa percepción, en seguida lo podés hacer si tenés bien claro cuál es tu objetivo. Y asesorar es a veces decirle al interesado que no compre o que compre el que le ofrecieron por otro lado, y al propietario, que no venda.

¿Tenés alguna anécdota en la que la experiencia con el cliente te haya enriquecido de manera especial?

No tengo una anécdota en particular, pero sí muchas experiencias enriquecedoras. Es muy gratificante encontrarnos con clientes que en su momento nos confiaron sus proyectos, y poder constatar en persona cómo ese trabajo dio sus frutos. Los ves con sus casas ya construidas, disfrutando y te lo siguen agradeciendo.